PARA NOSOTROS LO PRIMERO EL HUEVO

¿A qué sabe la Semana Santa? ¡A torrijas!

Reconozcámoslo, si pensamos en los sabores de la Semana Santa uno de los primeros que nos viene a la mente es el de las torrijas. Este postre típico de nuestro país tiene multitud de variables según la comunidad autónoma, sobre todo a la hora de su acompañamiento. Pero hoy, veremos cómo se elaboran las torrijas tradicionales y os damos un par de tips para disfrutarlas al máximo.

Pero antes de ver como elaborar este postre de chuparse los dedos, nos gustaría ir hasta sus orígenes. ¿Sabes por qué se asocia este dulce a esta época del año? Como sabréis, durante la Semana Santa antiguamente se practicaban periodos de abstinencia por lo que se ingería muy poca cantidad de alimentos, los cuales además, solían ser de bajo aporte calórico. Es por ello que era habitual tomar torrijas porque suponían un chute de energía al aunar alimentos potentes como el pan, la leche y el huevo.

Aunque en sus comienzos era considerado un alimento que se asociaba a las clases más bajas, a día de hoy es un manjar que disfrutan todos los estratos por igual, ¡y no es para menos porque están deliciosas! Pero vamos al grano, ¿cómo preparamos una torrijas de Semana Santa deliciosas? Coge papel y lápiz porque necesitaremos:

  • 1 barra/bollo de pan del día anterior (si es pan gallego...¡mejor que mejor!)
  • 5 huevos camperos medianos Granja Campomayor
  • 1.5 L de leche entera
  • 300 g de azúcar blanco
  • 1 palo de canela
  • La cáscara de medio limón
  • 1/2 L de aceite de oliva suave

- Primero aromatizaremos la leche. Para ello, pondremos en un cazo la leche a fuego medio sin que llegue a hervir. Cuando esté en este punto, la retiramos del fuego y le añadimos la cáscara de limón y la rama de canela.

- Dejamos que la leche enfríe y la echamos en un recipiente hondo. Buscad uno que os sea cómodo para bañar las rebanadas de pan.

- Por otro lado, batimos los huevos hasta que estén bien integrados y les añadimos 2-3 cucharadas soperas de leche aromatizada. Batimos bien.

- En una sartén ponemos a fuego medio  el aceite de oliva y mientras se calienta, comenzamos a bañar nuestras torrijas.

- Primero, empapamos bien cada rodaja en la leche infusionada, y a continuación las mojamos por cada lado con el huevo batido. ¡Y directas a la sartén! Las iremos volteando hasta que estén doraditas.

- Cuando estén listas, las retiramos para un plato con papel de cocina, para que escurran el exceso de aceite.

- Ponemos en un plato el azúcar, rebozamos en él cada torrija y dejamos enfriar. 

 

Si sois fans de la canela, podéis añadir un par de cucharadas al azúcar de rebozar, así tendrán un extra de sabor a esta especia. A nosotros nos gustan con un buen chorro de miel gallega y a los más peques seguro que les encantan si les espolvoreas un poquito de cacao en polvo. También puedes laminar fruta fresca por encima: fresa, plátano, frambuesas...

Y tú, ¿cómo las prefieres?

 

 Torrijas españolas caseras tradicionales postre de pascua. Foto Premium

 

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